sábado, 5 de julio de 2008

MITO...DIVINIDAD?

Me gustaría leyeran el pequeño ensayo que escribí en una clase de narrativa, ya hace un "tiempito", y que comentaran sobre el mismo. Al final del ensayo dejo las direciones en las que me apoyé para fundamentar mi posición acerca del mito. Es el mito divino o no?


NARRACIÓN, MITO… ¿DIVINIDAD?
Por Ayax Miuler
El acto de narrar se inicia con la misma humanidad, acto mismo del cual surge el mito al tratar de explicar un origen cosmogónico, que viene a ser éste el más importante en una cultura, cualquiera que esta sea, es decir, los mitos a través de una narración oral intentan explicar el origen del mundo, coincidiendo con muchas culturas, como el Génesis bíblico, en que el mundo surge de la nada (egipcios, australianos, griegos, mayas) y aceptándose como una “realidad”; como lo sostuvo Mircea Eliade, “una realidad extremadamente compleja que se aborda e interpreta de diversas maneras y a menudo complementarias. Es habitualmente este mito cosmogónico el que se considera verdadero puesto que el mundo existe para demostrar que sucedió”. Y, aunque muchas culturas utilizan la nada o Caos para explicarlo, otras utilizan símbolos, como el caso de África, China, India, Japón, Grecia y el Pacífico Sur en donde la creación del mundo está simbolizada por el huevo fecundo; elemento potencial de vida y placenta del mundo.
De que si el acto de Narrar tiene origen divino o el Mito mismo lo es, temo tener que disentir, en que, si bien considero guarda una estrecha relación con lo desconocido (porque es aquí donde el Mito entra en conflicto con la razón, es decir, un modo analítico de llegar a la visión verdadera de la realidad), es la humanidad la que conscientemente crea arquetipos que se forman a partir de energías subconscientes que pertenecen a nuestra propia vida psíquica, siendo estas energías tan profundas que parecieran provenir de una fuente espiritual y externa a nosotros. En otras palabras, una evolución de la psique para proporcionarnos salud y estabilidad psíquica a partir de los modelos (arquetípicos) de la verdad, la justicia, el heroísmo, la clemencia, la sabiduría, el valor y el amor. Según Carl Gustav Jung, todos nacemos con estas predisposiciones instintivas hacia esas cualidades. Es a partir de estos arquetipos que se forman los Mitos, como la construcción de historias simbólicas que cuentan hechos sagrados que sucedieron en un “tiempo primordial”, en el que se trata de explicar el origen del mundo y el universo, el hombre y las cosas que existen. Esos arquetipos o dioses originados en la psique humana, que forman un “subconsciente colectivo” en una cultura por ejemplo, han sido exteriorizados y atribuidos poderes a éstos en un mundo tangible; así por ejemplo la cultura egipcia toma al halcón, que planeando muy arriba y con una agudeza a la visión a la que nada puede escapar, simboliza a Horus, señor de los cielos. Pero así como se construyen mitos para demostrar un supramundo celestial ideal, surge su contraparte que mora en un inframundo al romper las reglas del anterior, es así por ejemplo en la cultura China que surge la figura de un dragón de siete cabezas (como la alusión fantástica de Mito), simbolizando, por una parte los siete pecados capitales, por otra su relación mística con el número siete, el número místico del universo. Así pues, el antropólogo francés Claude Lévi-Strauss sugirió que el propósito del mito era proporcionar un modelo lógico capaz de encontrar un sentido al mundo que les rodeaba.
Es de esta manera que mito, si no es realidad, como una de las tantas acepciones de hoy en día al llamársele “ficción”, al menos es una de visión de la realidad, ya que éste que en un tiempo estuvo en disputa con logos (razón) y con la historia, considero, guarda estrecha relación con esta última. Al estudiar los mitos de distintas culturas se pueden adivinar a través de los éstos: creencias, supersticiones, ritos, ideas de cómo debe ser un orden social, su filosofía y valores éticos; que han transcendido el tiempo y perduran en sus distintas manifestaciones con el argumento de que sus ancestros así lo hicieron, volviéndose aquél una tradición cultural. Es decir, lo que yo llamo, una realidad colectiva cultural, que escapa de una razón común o absoluta, una creencia en que si se hace tal o cual acción tendrá consecuencias positivas o negativas sobre ellos por los seres intangibles y considerados hacedores del mundo. Y es que cada cultura ha expresado mediante símbolos una visión particular de tal o cual dios, pero no exacta (salvo excepciones sólo con algunas semejanzas), de un dios. No con esto estoy argumentando que sean mitos profanos por ser creados o relatados por una cultura en un tiempo inmemorial, sino por ser considerados narraciones orales (como la forma más pura del mito) que tratan estrictamente de seres superiores que escapan a una realidad comprensible, no obstante simbolizados por objetos, animales o fenómenos naturales que adquieren un significado divino, sin que lo sean.

Por tanto, considero que los mitos son las bases de las religiones y las religiones tienen sus bases en la fe que el devoto profese hacia el mito, en otras palabras, no existe religión sin mito ni mito sin fe. Y dirán ustedes ahora, qué es la fe; entiéndase como la creencia que se da a algo por la autoridad de quien lo dice o por la fama pública. Así por ejemplo un devoto al hinduismo no creerá en los mitos del Cristianismo, en que la primera se considera politeísta y la segunda monoteísta, o el Islam en su profesión de fe: “No hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta”; y la Católica que profesa: “No andaréis en pos de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en vuestros contornos; porque el Dios celoso, Jehová tu Dios, en medio de ti está; para que no se inflame el furor de Jehová tu Dios contra ti, y te destruya sobre la tierra” (Deuteronomio: 6,14-15). Nos encontramos entonces ante un conjunto asistemático de historias transmitidas de generación en generación, puesto que estos relatos representan en forma indefinida el significado del mundo; en donde además, según los versículos arriba citados, si bien se considera a dios (el de la iglesia católica apostólica y romana) un creador del mundo, ese mismo existe como un dios de la tortura.
Según la enciclopedia Encarta 2007 las primeras interpretaciones antropológicas del mito, como la del antropólogo escocés sir James Frazer, los dioses y héroes míticos personifican los cuerpos celestes, los elementos; y los llamados espíritus de las cosechas y los rebaños y los mitos son explicaciones ingenuas de la naturaleza.
En conclusión, tanto los Mitos como las Narraciones orales o escritas de los mismos no son de origen divino, antes bien se les da calidad de divino al sostener que el mundo surge de la nada y por misericordia de un hacedor superior a nosotros. Utilizamos significantes con alusiones fantásticas, sin que con ello se considere producto de una fantasía o imaginación. Antes bien, es la humanidad la que crea, a partir de lo que Jung llamó un “subconsciente colectivo”, una serie de arquetipos que establecen un orden social, moral y emocional, y de un temor que cohíbe al propio humano al romper ese orden, que más tarde, dicho orden, viene a manifestarse en los elementos de la religión, los mitos, los cuentos, las leyendas. No obstante, los mitos guardan características comunes entre cultura y cultura; en la que cada una de ellas lo considera verdadero, por ser tratados argumentativos que se remontan a un tiempo inmemorial y complejo, para dar un significado a la realidad inmediata que existe; diferenciándose así del cuento y la leyenda, que tienen un tiempo y espacio definidos, algunos de los cuales suele comérselos el tiempo con la evolución de una cultura.
A continuación, justifico lo anterior con las características que Mircea Eliade dio a los relatos míticos:
1. Constituye la historia de los actos de los Seres Sobrenaturales.
2. La historia se considera Verdadera (porque refiere a realidades) y Sagrada (porque es obra de Seres Sobrenaturales).
3. Se refiere a una "creación" en el sentido que cuenta cómo algo ha llegado a la existencia o cómo un comportamiento, una institución, una manera de trabajar se han fundado; es ésta la razón de que los mitos constituyan los paradigmas de todo acto humano significativo.
4. Al conocer el mito, el sujeto conoce el "origen" de las cosas y por consiguiente puede llegar a dominarlas y manipularlas a voluntad. No se trata de un conocimiento "externo" o "abstracto" sino de un saber que se "vive" ritualmente ya al narrar ceremonialmente el mito, ya al efectuar el ritual para el que sirve de justificación.
5. De una manera u otra se "vive" el mito en el sentido en que se está dominado por la potencia sagrada, que exalta los acontecimientos que se rememoran y se reactualizan.
http://mitosyleyendas.idoneos.com/index.php/316375
http://www.thule-italia.net/Sitospagnolo/Eliade/Mircea%20Eliade-%20Mitos%20Y%20Arquetipos%20Pdf.pdf
http://www.monografias.com/trabajos15/mitos-cosmogonicos/mitos-cosmogonicos.shtml
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